La pérdida de sentido como proyecto social de dominación.
Por: Javier Orlando Muñoz
Bastidas.
javiermarduk@gmail.com
(+57)3028432172
De
una sociedad disciplinar en la que se ejercía un control directo y violento
sobre el individuo, pasando por una sociedad de control en la que el control
sobre el individuo era indirecto, se ha llegado en el mundo contemporáneo a una
sociedad del espectáculo en la que el control que se ejerce es invisible y
seductor. Cada una de estas sociedades corresponde respectivamente a los siglos
XIX, XX y XXI. Lo que ha hecho posible esta transformación en el control es el
desarrollo económico: de una economía industrial en la que el 90% de lo que se
producía y consumía eran productos de primera necesidad (PPN) y un 10%
productos que no lo son, se pasó en la segunda sociedad a una relación de
porcentaje de 50/50 en donde ese aumento de 10% a 50% lo marcó esencialmente la
moda, lo que nos hace comprender cómo el capitalismo se caracteriza por la
capacidad de la creación de nuevas necesidades, llegamos a la sociedad actual
en donde los porcentajes se invierten en relación con la primera a 10% y 90%,
es decir que la economía del mundo actual está fundamentada en la producción y
consumo de productos que no podemos denominar en sentido estricto de primera
necesidad. ¿Qué es lo que fundamenta ese 90%? El consumo de tecnología.
Lo
anterior es muy importante porque nos permite comprender que un sistema
económico va en directa relación con un sistema de control sobre el individuo.
En el sistema económico actual no es posible ejercer un control disciplinar y
violento, sino que debe ser invisible y seductor para que haga posible el
aumento del consumo. Pero antes que una sociedad libre y participativa, nos
encontramos ante una forma aún más efectiva de controlar al individuo, porque
esa seducción es ejercida desde el espectáculo de baja calidad. Esto quiere
decir que hay espectáculo de alta calidad, que es el que hace posible un
desarrollo de la sensibilidad, que a su vez permite un conocimiento de sí. En
ese espectáculo de baja calidad hay algo fundamental: la promoción de un plus
de impresiones que transforman la sensibilidad y el entendimiento en formas
cada vez más simples. Una sensibilidad compleja es la que transforma las
impresiones en sentidos que potencian la existencia, un entendimiento complejo
es el que puede comprender pero también transformar la realidad. Por el contrario:
una sensibilidad simple es la que responde inmediata y consecuentemente a una
impresión, un entendimiento simple es el que afirma cada vez más lo evidente y
la opinión.
Podemos
comprender entonces que la sociedad del espectáculo tiene como consecuencia una
pérdida de sentido, en tanto que la sensibilidad y el entendimiento son cada
vez más simples. Lo que el individuo siente es cada vez más inmediato y lo que
piensa es cada vez más evidente. Pero el punto que quiero afirmar es que esto
no es una consecuencia de la sociedad del espectáculo, sino que se constituye
como un proyecto social. La razón de esto es que un individuo cada vez más
simple es mucho más fácil de controlar. Una República como la platónica o un
Estado moderno requiere de individuo complejo, que su sensibilidad les permita
comprender la importancia del otro y que puedan tener la capacidad de pensar
por sí mismos. Todo lo contrario a lo que pasa en el mundo contemporáneo, en el
que los individuos no tendrían la capacidad de pertenecer a sociedades como
éstas. Por el contrario lo que se desarrolla actualmente es una pérdida de
sentido como constitutivo de la dinámica social. Esta pérdida de sentido como
un proyecto social es la dinámica en la que se desarrolla el individuo.
La
sociedad del espectáculo funciona desde las redes sociales como nuevo sistema
de control. Estas no son, en efecto, sólo medios de sociales de comunicación
sino que son la forma desde las que es posible un nuevo control. Estas
funcionan con dispositivos de inteligencia artificial que se llaman BigData,
que tienen la capacidad de almacenar, interpretar, aprender e influir sobre el
individuo. La economía actual funciona a partir de esos análisis de datos que
permiten crear productos a la medida, pero también imponer productos. Pero hay
algo que se desarrolla de forma dinámica a lo anterior y es la creación de
identidades y proyectos de vida. No se trata solo de vender un producto, sino
de hacerlo con una identidad inmanente. Lo anterior ya venía operando desde la
segunda mitad del siglo XX, con el desarrollo de la moda como sistema social,
pero ahora se desarrolla como un proyecto social.
Lo
que se denomina como la individualidad es en realidad una creación algorítmica.
El individuo construye su identidad en una relación intensa con la
hiper-información que incesantemente está asumiendo. La información impacta al
punto de crear un proceso identitario. La inteligencia artificial, es en
realidad una forma de desarrollo de la racionalidad. Se construyo tomando como
base el modelo de una racionalidad que se ha venido desarrollando en Occidente
desde la antigua Grecia hasta la modernidad, en el que se pretendía crear un
modelo de la razón que permitiera un conocimiento adecuado. Descartes creó unas
normas para un correcto pensar, Spinoza planteó la necesidad de crear ideas
adecuadas que son aquellas que se corresponden con el objeto, Kant desarrolló
un sistema en el que comprendió cómo funcionaba la razón antes e
independientemente de la experiencia, para superar ese debate entre empirismo e
idealismo. Lo anterior estaba en relación con la posibilidad de la autonomía
del individuo, es decir: el conocimiento y uso adecuado de la razón permiten
que el individuo pueda pensar por sí mismo.
Pero
este proyecto fracasó con la llegada de la industrialización del siglo XIX, que
utilizó el proyecto de la razón con fines instrumentales. Entonces la ciencia
(racional) pasó a cumplir los requerimientos del sistema económico. De un
proyecto de razón autónoma se pasó al desarrollo de una razón instrumental. Eso
es la inteligencia artificial: el desarrollo de una razón instrumental. Por eso
las identidades que se están creando siguen la lógica de esa razón
instrumental. Son identidades que tienen como finalidad la consolidación del
sistema global.
¡Gracias!
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