¿Qué es una vida feliz?

 

¿Qué es una vida feliz?

Por: Javier Orlando Muñoz Bastidas.

El filósofo Epicteto es uno de los más importantes representantes del estoicismo. Dentro del cual hay dos corrientes: una radical y otra flexible. Para la primera se deben cumplir los principios vitales de forma íntegra, y asumir todas las consecuencias que esto implique. Para la segunda el cumplimiento de los principios y, por tanto, las consecuencias, puede cambiar según ciertos contextos y circunstancias. Epicteto hace parte de la corriente radical. Un ejemplo lo encontramos en una anécdota que se cuenta sobre su vida: Epicteto fue un esclavo de Epafrodito, quien tenía la costumbre de torturar al filósofo, en una ocasión lo torturó haciéndole retorcer una pierna, a lo que el filósofo respondió: “Me la vas a romper”, y cuando efectivamente se la rompió, Epicteto dijo: “Ya te he dicho que me la ibas a romper”. ¿En qué consiste la radicalidad del filósofo? En que sus principios vitales no le permitían pedir clemencia. Por salvar una pierna no le iban a romper sus principios filosóficos.

Epicteto nunca escribió, él fundó una escuela filosófica a la que acudían los estudiantes a escuchar y dialogar con el maestro sobre temas importantes para la vida. Una de las preguntas sobre las que más reflexionó fue: ¿Qué es una vida feliz? Pero el que hizo el ejercicio de recopilar todas sus lecciones, fue su discípulo Arriano. Este discípulo recopiló y escribió básicamente dos obras: las “Disertaciones” y el “Manual”. Como sus nombres lo indican la primera es una obra de carácter filosófica, en donde se exponen los principios fundamentales, mientras que la segunda es una síntesis práctica de la primera, en la que el interés principal es tener claridad sobre qué es una vida feliz y cómo alcanzarla.  

En primer lugar, el filósofo afirma que, para alcanzar una vida feliz, debemos tener claro y poder distinguir entre aquello que depende de nuestra responsabilidad y aquello que no depende de nosotros. Después se debe comprender que sólo debemos ocuparnos de lo que depende de nosotros; sólo en eso debe concentrarse nuestra actividad y nuestros pensamientos. Sobre lo que no depende de nosotros debemos asumir una actitud de serenidad y aceptación. Por ejemplo: No tiene sentido que nos ocupemos en reflexionar sobre la muerte, porque esta es algo sobre la que no tenemos influencia alguna. Por tanto, angustiarse sobre la muerte es una insensatez. Pero de lo que sí debemos reflexionar es sobre la vida y, especialmente, sobre nuestra vida, para que esta pueda ser cada vez mejor.

Pero de aquello que es nuestra responsabilidad, se debe realizar un gesto filosófico que consiste en asumir una “elección vital”. ¿Qué es una elección vital? Consiste en crear, determinar y asumir los principios fundamentales sobre los que se sustentará la vida del individuo. La “elección vital” quiere decir que hay principios que fundamentan la vida. Pero esta fundamentación está enfocada en la reivindicación de la dignidad del individuo. Un “principio vital” es aquel a partir del cual se dignifica la existencia. Es por eso que violar esos principios fundamentales quiere decir denigrar al individuo mismo. Epicteto se deja romper la pierna porque no hacerlo implicaría pedir clemencia, algo que no sólo le daría la razón al torturador, sino que también iría en contra de una vida feliz y filosófica. La afirmación de los principios fundamentales es lo que hace posible una vida feliz. Un individuo feliz es aquel que vive a partir de la afirmación de sus “principios fundamentales”.

Pero es importante insistir en que esa “elección vital”, desde la que se genera y asume un principio fundamental, sólo se encuentra en relación con aquello que está bajo la responsabilidad y la posibilidad del individuo. Esto quiere decir que no se pueden determinar “principios” sobre aquello que escapa al individuo. Esta es tal vez una de las mayores fuentes de sufrimiento del individuo: Determinarle “principios” a aquello de lo que el individuo no tiene control alguno. Volvamos a la muerte: ¿Qué principio fundamental podríamos determinarle a la muerte? Ninguno, porque la muerte es algo que escapa a nuestro control. De igual forma tampoco podemos determinarle “principios fundamentales” a los otros individuos, porque esto implicaría un intento de someterlos. Y para los estoicos aquí también hay sufrimiento. Se sufre cuando intentamos que el otro sea como nosotros queremos que sea. Por eso es feliz quien deja que los otros sean como quieren ser.

Pero, ¿Cuáles son los principios vitales de Epicteto? Son los siguientes: 1. El único bien es el bien moral, 2. Toda acción humana debe fundamentarse en un juicio, y 3. La naturaleza es coherente consigo misma. Con respecto al primer principio la intención de hacer el bien se considera como un valor absoluto, se debe hacer el bien por el bien mismo y no por las consecuencias que el obrar bien tiene. Es por esto que el obrar bien debe sustentarse desde la razón, es la capacidad racional de formar juicios desde donde se comprende que el bien es el valor supremo; la felicidad consiste en un ejercicio consciente de la razón, que lleve a los individuos a obrar bien. El tercer principio también tiene relación con el uso correcto de la razón, consiste en asumir que la naturaleza tiene una forma de actuar armónica, que la naturaleza actúa guiada por una única razón, que no es la razón del individuo, sino una razón Universal desde la que todo lo que acontece es justo y perfecto. 

Epicteto tenía fama que cuando alguien lo escuchaba tomaba la decisión de abandonarlo todo y dedicarse a la vida filosófica, que consiste en el sereno, pero riguroso examen de los “juicios” que nos hacemos de las cosas, que es propiamente de donde provienen o el sufrimiento o la felicidad. Por ejemplo: Que alguien intente hacerte daño no genera en sí mismo sufrimiento o felicidad, lo que genera lo uno o lo otro es el “juicio” que te hagas de esa intención. Cuando a Sócrates lo sentenciaron a tomar veneno afirmó: “Pueden condenarme a muerte, pero no podrán perjudicarme”.

Gracias.



Comentarios